lunes, 29 de noviembre de 2010

EL SHOW DEL FLEQUILLO ETERNO EN BRAGADO

Te voy a hacer una pregunta que nunca hice, atendé bien, dice Balá, Carlitos Balá ¿Qué gusto tiene la sal? Así será la charla: llena de humor, de frases, de esos gags inalterables, únicos, con sello propio. Toda su vida fue hacer reír. Desde chico, cuenta, en la escuela era el que divertía a todos. En su casa, en su barrio de Chacarita o en el colectivo 39. Yo me subía y me ponía a vender lapiceras y la gente se lo creía. Lo hacía para divertir a los colectiveros… Hace más de medio siglo que tiene plena vigencia, su flequillo es una marca registrada, sus gestitos de idea.
Nació hace 85 años, el 13 de agosto de 1925, en una familia sirio-libanesa –Carlos Salim Balaá es su nombre completo- y supo desde siempre que quería ser cómico. Y así fue por la vida, haciendo reír, fabulósico. Ahora voy a los actuar a fiestas familiares y es tan grande la euforia, el calor de la gente… Yo pensaba que me estaban cargando cuando me tiraban los chupetes, pero no. Los que andan por los treintaypico-cuarenta, compran chupetes y los llevan y me los tiran para que lo ponga en el chupetómetro, me traen los discos para que se los firme. Es muy emocionante.
Está un kilo y dos pancitos, y más rápido que un bombero agradece ese cariño perpetuo. ¿Cómo ve la televisión actual, Carlos? Con anteojos dice. Así es Balá, un chiste y otro más. Zazaza zazaza, ea ea es pepe. Me gusta mucho Encuentro, es un canal que dentro de sus posibilidades ofrece una programación muy interesante. Yo busco en los canales de documentales cómo se hace una gran obra de arquitectura, miro las historias de animales. No me siento a ver cualquier película, tiene que estar bien hecha.
Señoras, señores y por qué no lactántricos, tengan ustedes muy buena imagen, decía Balá cuando iniciaba sus programas. Y la gente se divertía sanamente y en familia. Nunca buscó otra cosa que no fuese eso, ya mismo y sin cambiar de andén. Vos me ayudas yo te ayudo, ahora vos no me ayudas yo no te ayudo, vos ayudame y yo te ayudo, dice y juega con la palabras, haciendo de ese tipo plomo y cuenta que tiene más de 200 frases, muletillas. Con techito por si llueve, sumbudrule. El sumbudrule es un insulto de salón, explica. ¿Quién no hizo alguna vez un sumbudrule?.
Hizo 14 películas, muchas notables como Canuto Cañete Detective Privado, Canuto Cañete conscripto del siete, y Canuto Cañete y los cuarenta ladrones. Después lo convocó Palito Ortega y filmaron Brigada en Acción, El Tío Disparate, Las Locuras del Profesor, Locos por la Música, Un Loco en Acción, Cosa de Locos.
En la tele es una lista interminable de programas los que protagonizó: El flequillo de Balá, El clan de Balá, Sábados circulares, de Nicolas Mancera, Balabasadas, El circus show de Carlitos Balá, El circo mágico de Carlitos Balá, y “El show de Carlitos Balá" son algunos, y el movimiento siempre lo demostró andando. Sigue realizando shows por todo el país, alguna veces junto a Piñón Fijo. No es un payaso, para mí es un trovador, detalla al hablar del cordobés. Está caluroso para chomba, y qué lástima que no lo pueda compartir. Balá es un hacedor de emociones, de ternuras. Tiene los años de un hombre mayor y la simpleza de un grande, la vigencia del que hace las cosas bien y las ganas de siempre. Sigo sintiendo el mismo nerviosismo de siempre cuando me subo a un escenario, dice ahora ¿Y dígame? Meeeeeeeee
Balá tenía un amigo invisible: Angueto, y también famosas bromas telefónicas, el trío acrobático Los Malerva, El Indeciso, Petronilo —el paisano ingenuo que tras ser engañado por un estafador callejero y aún creyéndose beneficiado por la fortuna remataba: "Petronilo, la Argentina te queda chica, pedí dos números más"—, El mago Mersoni -los trucos siempre le salían mal- y Don Generoso, un judío del barrio de Once que preguntaba el precio de algún artículo diciendo: "¿cuánto doile?". O las esdrújulas inventadas, como fabulósico, o riñones, mientras con el dedo índice tocaba su la cabeza.
¿Hola, con la mueblería? Sí ¿Tiene lámpara de pie? Sí ¿Y por que no la hace sentar? Rescata a la familia e insiste con volver a la vida sencilla. Son los jóvenes lo que pueden recuperarlo, se ilusiona. Con la ayuda de un nieto, incursiona en la web y se anima a las redes sociales. Alcanza con mirar su rinconcito en el Facebook para dar muestras del cariño de gentes ¿de qué edad? Y qué importa, la comicidad de Balá no tiene una fecha de vencimiento. Es para dormir sin frazadas. Para disfrutarlo. Porque Balá es un tipo que hace bien. Chas gracias por tanto.

Gustavo Grosso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias carlitos bala por tantos años de alegrías,cuando hace unos años viniste a ituzaingo mi hija lilen te dejo el chupete , y los dos días la llamaste por teléfono , que alegría en toda mi familia besos viviana magariños

el murcielaguito dijo...

me quedo con el comentario del final, la comicidad de Balà no tiene fecha de vencimiento... y no lo tendra durante muchas generaciones.
Gratifica ver que a sus 85 años esta tan lucido, tan Carlitos como siempre. Y que aùn tenga el espiritu y la alegria para seguir actuando como si no hubieran pasado los años... un maestro, unico, el mas grande...

abrazicos