Dos de los momentos más emotivos de la entrega de los Martín Fierro fue el premio a la trayectoria que recibió el gran Carlitos Balá y el conmovedor discurso de Gustavo Yankelevich que, al recibir el premio Homenaje a la Televisión, recordó a su hija, Romina Yan.
“¿Qué gusto tiene la sal?”, fueron las primeras palabras de un emocionado Balá, aplaudido de pie por los artistas y periodistas que se encontraban en la ceremonia. "Hace 56 años debuté en "La Revista Dislocada" y no paré más. Hoy, a los 85 años, todavía sigo trabajando porque aún logro emocionarme", dijo, conmovido.
El actor, que se dedicó a entretener a los más pequeños, agradeció a las 5.000 personas que enviaron correos electrónicos a APTRA para que su homenaje se hiciera realidad.
El premio le fue entregado de manos de Adrián Suar, quien admitió que había pedido dárselo a Balá él mismo. “Mito de la Argentina”, lo definió el hombre fuerte de El Trece.
Otro de los momentos más ovacionados de la noche fue cuando Yankelevich subió al escenario. A 60 años de la primera transmición televisiva , el ex gerente de Telefe recibió el homenaje a su padre. Jaime Yankelevich .
El productor agredeció a todos los trabajadores de la televisión. “Quiero destacar a todos los que trabajaron en estos 60 años en la televisión. A aquellos que construyeron una televisión más competitiva, admirada y respatada”, expresó.
En el final de su discurso, le dedicó el premio a su hijo Tomás, que sigue sus pasos y hoy es el actual gerente de programación de Telefe, y recordó a su hija, Romina.
"Un recuerdo muy especial para quien fue, es y será el gran referente de mi vida, el gran orgullo, mi hija Romina", dijo un Yankelevich al borde de las lágrimas y aplaudido por todos los presentes.
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